Allá afuera, a todo lo largo de Latinoamérica, hay mujeres y hombres convencidxs de que el cambio es posible, trabajando para mejorar el mundo. Y aquí adentro, en Fundación Ciudadano Inteligente, hemos desarrollado metodologías que permiten impulsar las iniciativas ciudadanas para llegar a quienes pueden consolidar ese cambio (personas a cargo de la toma de decisiones, medios de comunicación o personajes influyentes).

Hacia mediados de 2016, nos preguntamos ¿por qué no unir estos dos mundos? Así nació la Escuela de Incidencia, un programa de formación para líderes emergentes que entrega herramientas de incidencia y facilitación, fomentando el liderazgo colaborativo para catalizar procesos de cambio social a través de la acción colectiva.

Hoy abrimos la convocatoria que estará disponible desde el 13 de diciembre del 2017 hasta el 12 de enero del 2018 y podrán participar todas aquellas personas que ejerzan liderazgos emergentes, residan en Colombia, Ecuador y Guatemala y se encuentren desarrollando proyectos relacionados a violencia en todas sus manifestaciones, seguridad pública, y transparencia política.

En la primera versión desarrollamos la Escuela de Incidencia en Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú para la cual recibimos alrededor de 1.100 postulaciones. El proceso de selección fue arduo, pues llegaron cantidades de perfiles llenos de energía y motivación. Unos con más trayectoria, otros con más potencial. Y navegando el gran volumen de ideas prometedoras y CVs aptos para aprovechar nuestras herramientas logramos -luego de bastante deliberación- escoger a un grupo de 8 participantes para Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, respectivamente.

Entonces vino la gira. Armamos las maletas y cargadas de manuales, post-its y papelógrafos impartimos talleres de 3 días en las cuatro capitales de los países seleccionados. En un lapso de 2 meses formamos a 26 nuevos liderazgos con trabajo en los más variados temas: desde diversidades sexuales a gobierno abierto, de protección del medio ambiente a violencia de género, de participación ciudadana a reciclaje y del conflicto armado colombiano a nutrición sana, entre varios otros. Cada una de estas personas llevaría nuestra Metodología LabCívico, una herramienta que promueve la articulación de una diversidad de perfiles en torno a una causa para reflexionar y planificar cómo contribuir a su solución, de vuelta a sus comunidades para abordar el problema que más les apasiona.

Y así se hizo: cada unx de lxs participantes utilizó todo el conocimiento adquirido (¡y generado!) en la formación presencial para realizar un Laboratorio Cívico en sus espacios de trabajo. Y tan variados como fueron los problemas abordados fueron las soluciones que de estos Laboratorios surgieron. En el 2018 comenzará una nueva aventura, que sin duda nos aportará nuevos aprendizajes y renovada esperanza de hacer de América Latina una región más participativa y democrática.