Hace algunas semanas, nuestro equipo estuvo en Lima, Perú, formando a nuevos agentes de cambio en la lucha contra la corrupción. En la ocasión pudimos reunirnos también con expertos y expertas de la academia y medios de comunicación, con quienes pudimos conocer en profundidad la coyuntura en el Perú y los desafíos que atraviesa el presidente Vizcarra y todo el sistema social, político y judicial en el país. Actualmente el Perú se encuentra en un momento histórico por lo inédito, sorpresivo y significativo que pueden llegar a ser los procesos en curso para el desarrollo de sus instituciones y democracia.

Las investigaciones desarrollada a raíz del Caso Odebrecht ha salpicado a toda la plana mayor de la clase política peruana, incluyendo a todos los ex presidentes y a la máxima líder del fujimorismo. Junto con ello, recientes publicaciones de IDL-Reporteros han destapado también las redes de corrupción y protección que subyacen en el poder judicial y la fiscalía, las que siguen permitiendo a empresarios, autoridades y criminales la manipulación de decisiones judiciales a su favor.

Las revelaciones han generado una indignación masiva y una activación de la ciudadanía y organizaciones de la sociedad civil. Esta movilización ha permitido resistir a los intentos por frenar las filtraciones de más casos de corrupción y amedrentar a un grupo de fiscales decididos a llegar hasta el final con la persecución de los delitos conocidos.

Este contexto ha abierto una oportunidad inesperada para la transformación en el Perú. Oportunidad que se ha abierto con la decisión del Presidente Vizcarra de hacer propia la agenda ciudadana contra la corrupción y la impunidad. Primero, convocando a la ciudadanía a un gran plebiscito para iniciar un proceso de reformas políticas e institucionales. Luego, y con el apoyo masivo de la ciudadanía, nombrando a grupos de expertos que se encuentran trabajando en el desarrollo de propuestas de reforma al Poder Judicial y sistema político.

De esta forma el periodismo investigativo de calidad, la movilización social y un grupo de servidores públicos decididos a transformar su país han generado un momento inédito para el Perú que como región debemos observar y apoyar. Debemos mantenernos alertas a los avances que se produzcan en el caso Odebrecht, denunciando las estrategias para su ocultamiento. Revelaciones que, además, irán revelando un entramado de corrupción que afectó a toda la región. Junto con ello, debemos colaborar para mantener el ímpetu por el desarrollo de las reformas comprometidas, empujando por cambios que eviten que la corrupción vuelva a privar al pueblo peruano de la justicia y democracia que se merece.