En el trabajo, en las calles, en las plazas, en las casas y en el lugar que sea. Hoy las mujeres paramos para revolucionar nuestro lugar en el mundo, y nuestra fundación no es la excepción. Como equipo decidimos que este 8 de marzo las mujeres de nuestra organización paran, porque queremos aprovechar el espacio para visibilizar la lucha histórica de las mujeres que dieron su vida por mejoras laborales y la de todas las mujeres que sufren día a día de violencia y discriminación en nuestra región.

El 2018 marcó un hito en la historia de las mujeres. Movimientos como el #Metoo, #Cuéntalo y el #MayoFeminista cuestionaron muchas normas sociales que por años se habían mantenido incólumes. Muchas y muchos de los que trabajamos en Ciudadanía Inteligente comenzamos a cuestionar cómo estas estructuras habían afectado nuestras acciones y percepciones, y empezamos a mirar detalladamente cómo podemos luchar contra la discriminación por género siendo muy cuidadosas y cuidadosos de examinar nuestros privilegios.

Este año nuestra fundación hizo un cambio que reflejó esta deuda pendiente y necesaria. Cambiamos nuestro nombre para dejar de contribuir a injusticias históricas, relevar el papel de las mujeres (todas quienes se identifiquen como tales) como agentes políticos, e intentar ir rompiendo, de a poco, el binarismo que muchas veces aplaca y oprime identidades.

En nuestro trabajo por mejorar las democracias nos preocupamos de que ningún grupo quede atrás. Este viernes le dedicaremos tiempo a pensar profundamente cómo podemos hacerlo mejor, cómo impulsamos cambios en todas las esferas de nuestra vida que nos lleven de forma decidida hacia las vidas que soñamos.

Esperamos saber de qué van a hacer ustedes, y tampoco está de más repetir que porque la democracia sí se puede transformar…¡la huelga feminista va!